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El pelo ensabanado está formado por pelo mayoritariamente blanco, que supone el 0,099% (según los datos publicados por Adolfo Rodríguez Montesisnos en su libro Pelajes y encornaduras del toro de Lidia, la biblia de la materia, a partir de la cual se cultivó este método). El número total de ganado en estado salvaje. En este pelaje pueden aparecer otras en forma de manchas, como barracudas inesperadas, capuchino… cualquier color. También conocido como blanco, albo o palomo.

El toro albahío (0,019% de la manada de Brave) es un vacuno de pelaje blanco, pajizo, amarillento, difícil de distinguir de un jaboncillo muy claro, si no fuera por las mucosas rosadas de ojos y nariz. Los terneros son más comunes que el ganado adulto.

Las jaboneras son pieles de colores que se asemejan al jabón natural, como el café flojo con leche. También se le llama changuerre, paja, trigueño o herrengue, aunque hoy en día es más inusual. Hay dos variantes: transparente y sucia. Pelaje brillante de color claro, ligeramente amarillento, que se confunde fácilmente con las ballenas beluga, mientras que las sucias son de color más oscuro y presentan zonas más oscuras (pecho, abdomen, cabeza y cuello, e incluso el lomo del animal), como si fueran tierra o barro. Destaca el perlino, una jabonera transparente pero con un brillo notable. Similar a un frasco.

El cenizo es un toro con pelaje gris de color gris en lugar de una mezcla de pelo blanco y negro (púrpura). Raramente visto.

Un bronceado es el bronceado del pelaje marrón, que no debe confundirse con un tono mate fangoso, que suele ser opaco.

El colorado (6,43%) fue el más prolífico en cuanto a color y nombre. El orden de más oscuro a más claro.

Por otro lado, los pelajes negros son la mayoría de las razas taurinas, constituyendo cerca del 80% de las bravas corridas.

Fuente: https://torosdelidia.es/pelajes-del-toro-bravo-1o-parte/